Doña Marta llega al humilde hogar de Herminia Méndez Navarro y Alcides Campos Araya (q.d.D.g), un 13 de diciembre de 1946, en San Ramón de Alajuela. En su hogar, su formación destacó por una educación familiar caracterizada por altos principios y valores morales, el servicio desinteresado a los demás, la honestidad, la entrega y la lucha constante. Su niñez transcurrió entre deberes del hogar y responsabilidades en el trabajo remunerado. Doña Marta, sin embargo, no entendía de obstáculos, comprendió a su corta edad que las dificultades le hacían más fuerte y que cada desafío le permitía crecer.
Siempre tuvo una conciencia muy despierta. Siendo muy niña supo de las injusticias impuestas a su género en razón de ser mujer. Su familia le persuadía también en sus ansias de aprender y no se le permitía ir a la escuela, pero sus deseos de estudiar y su insistencia le llevaron a cursar el primer grado. A su ingreso a la primaria, ella ya había aprendido las primeras letras, con el apoyo de su madre y su esfuerzo personal, dando inicio a lo que años después se transformaría en una exitosa carrera académica y profesional.
Doña Marta se sensibilizó con las problemáticas sociales porque no se las contaron. De pensamiento abierto, férrea defensora de los derechos humanos, esta mujer valiente inspira su pensamiento en el legado de grandes feministas de la historia costarricense, como lo fue Ángela Acuña Braun. Se casó con Don Antonio Sánchez Méndez. De esta unión, de la que cuentan ya 47 años de vida matrimonial, nació Ruth su única hija quien a su vez es madre de dos hijas y un hijo.
Estudio siendo una mujer casada y madre. Estudió Administración de Empresas Cooperativas, Ciencias de la Educación con Énfasis en Educación de Adultos e hizo también un Posgrado en Mujer, Género y Desarrollo en la Universidad Nacional. Su esfuerzo y deseos de superación fueron reconocidos por la Organización Internacional del Trabajo que le otorgó una beca para estudiar Gerencia Empresarial en Turín, Italia, cuyo Trabajo final de Graduación, daría origen a la organización APROMUJER en 1993, Asociación de la cual es aún su presidenta ejecutiva.
Múltiples procesos formativos se cuentan en la carrera académica de Marta Campos, pero destaca sobre todo su liderazgo innato, primero en el sector comunal y posteriormente en el sector cooperativo, donde ha posicionado su convicción acerca de un desarrollo humano sostenible, que integre la equidad de género como uno de los ejes principales, hacia una sociedad, justa, equitativa y solidaria.
Su trabajo comunal es extenso y trasciende las fronteras de nuestro Cantón, tal es el caso de su labor en la conformación de más de 100 cooperativas en todo el país, lo cual ha sido reconocido por importantes instancias nacionales como Coonacoop, quienes la distinguieron nombrándola lideresa de la Década Cooperativa. Así mismo, doña Marta en conjunto con la periodista Xinia Bustamante recibió el Premio Nacional Ángela Acuña por su revista APROMUJER, en la categoría prensa escrita, en el año 1995. En 1988 impulsa una iniciativa histórica que permitió la reforma al Reglamento del Seguro de Enfermedad y Maternidad de la Caja Costarricense de Seguro Social para que las mujeres aseguradas directas puedan proteger a sus esposos por medio del seguro familiar, asegurando un trato igualitario a éstos sobre todo en casos en los que los esposos se encuentran cesantes y dependen económicamente de sus compañeras.
Doña Marta Campos Méndez, una mujer inteligente, estudiosa, tenaz, sembradora de paz, ejemplo de lucha, valentía y entrega desinteresada, asegura que “…la mayor satisfacción es ver a las mujeres con un proyecto de vida propio, el pago es ver que la gente es feliz y convive con mayor equidad y justicia”.
Su trabajo, esfuerzo y trayectoria la hacen merecedora de la: "Condecoración Esmeralda Gutiérrez Flores".
Fuente: Secretaría Concejo Municipal